¿Qué entendemos por insomnio?
Significa incapacidad para dormir. Es el trastorno del sueño más frecuente.
¿Cómo podemos sospechar que padezcamos insomnio?
Se presenta como dificultades para quedarse dormido, despertar temprano o se despierta uno con la sensación de no haber dormido bien. Durante el día puede aparecer: cansancio, adormecimiento, irritabilidad, disminución del rendimiento, alteraciones del humor...
En el caso de que no existan síntomas por el día, habrá que sospechar de los dormidores cortos, que son personas que precisan menos de 6 horas de sueño en condiciones normales. Además en los ancianos, hay que tener en cuenta que el sueño es más ligero y se despiertan con más frecuencia durante la noche.
¿Qué tipos de insomnio debemos conocer?
· Primario: no se debe a otras enfermedades. Suele ser con dificultad para quedarse dormido y se relaciona con problemas de la vida. Cuando se sufre repetidamente puede llegar a cronificarse, por miedo a que vuelva a repetirse, e incluso puede interferir en el funcionamiento social.
· Secundario: se debe a otras enfermedades.
· Transitorio: dura de una a tres semanas. Suele ser debido al estrés, medicamentos...
· Crónico: dura más de tres semanas.
· Insomnio en la adolescencia: dificultad para dormirse, sin otra causa que lo justifique, que se inicia en la adolescencia y juventud. Se caracteriza por irritabilidad, dificultades de adaptación y quejas corporales.
¿A qué puede ser debido el insomnio?
· Problemas corporales: calambres en las piernas, obesidad, adormecimiento...
· Problemas respiratorios: pausas respiratorias nocturnas, asma, bronquitis crónica...
· Otras enfermedades: úlcera, hipertiroidismo, reflujo gastroesofágico, demencias, enfermedades psicológicas (depresión, ansiedad); en general enfermedades que provocan dolor y picores...
· Factores ambientales: ruidos, calor, horarios de trabajo, horarios de sueño, abuso de cafeína, de alcohol, cocaína, heroína, estrés...
· Medicamentos: siempre mantendrá informado a su médico de la medicación que esté tomando.
¿Cómo diagnosticamos el insomnio?
Es importante que le cuente a su médico todo lo que le pase. Además en este caso es bueno que vengan acompañados de sus padres, pareja... que también nos aportarán mayor información.
En el insomnio crónico, suele pedirse al paciente que registre sus horas de sueño en una agenda. Además se completará el estudio con una exploración física. Solo en el caso de que su médico lo crea conveniente se le realizará otro tipo de pruebas.
¿Cómo podemos tratar el insomnio?
· Medidas de higiene del sueño: a menudo son suficientes para curar el trastorno.
· Horarios regulares al acostarse y levantarse durante toda la semana. Una duración apropiada suele ser de 7-8 horas diarias.
· Cama y dormitorio sin incomodidades (colchón, temperatura, ruidos...)
· No irse a dormir después de una cena copiosa.
· No beber alcohol, ni café, evitar el tabaco.
· No forzar el sueño permaneciendo en la cama si no se concilia el sueño ( no más de 30-45 minutos, recomendar que se vaya a hacer algo a otra habitación).
· Practicar ejercicio diario regularmente ( no antes de dormir, lo cual suele aumentar la excitación y agravar el problema).
· Medicamentos: siempre debe seguir las recomendaciones de su médico en cuanto al medicamento y a la dosis que debe tomarse. La duración del tratamiento será de dos a tres semanas y debe de interrumpirse de forma gradual, para evitar que aparezca insomnio de rebote.
· Técnicas de relajación: pensar en algo que a uno le haga sentirse bien (el mar, el campo...), escuchar música clásica, leer, tomarse un vaso de leche antes de irse a la cama; aplicarse calor a nivel del cuello para relajar la musculatura a este nivel, que suele contraerse tras el estrés cotidiano...
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